El deseo de consumo es como un enamoramiento total de la persona: la mente sólo piensa en consumir y garantizar el siguiente consumo. Sólo tener la próxima dosis en el bolsillo genera tranquilidad; no disponer de ella, provoca ansiedad, desesperación y reacciones agresivas. Al adicto activo no se le puede pedir que deje de pensar en el consumo. Al principio,…
