¿Cuáles son las enfermedades mentales derivadas del alcoholismo?
Muchas veces confundimos el consumo excesivo de alcohol con el alcoholismo agudo. Nada más lejos de la realidad. El efecto del alcohol es tan devastador en el organismo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera un consumo excesivo la ingesta de 3 o más bebidas alcohólicas al día.
Pues bien, dicho consumo ya se puede asociar directamente a numerosas enfermedades, tales como el aumento del riesgo de algunos cánceres, insomnio, agravamiento de la apnea del sueño, miocardiopatías, hipertensión arterial, hígado graso, hepatitis alcohólica y cirrosis hepática, pancreatitis, debilidad muscular, mayor riesgo de infecciones, polineuropatía alcohólica (que produce acorchamiento y hormigueos en piernas), degeneración cerebelosa (que produce temblor e inestabilidad al caminar), síndrome de alcoholismo fetal, atrofia, reducción de la esperanza de vida hasta en 10 años y un interminable etcétera…
No obstante, se habla con menor frecuencia de las enfermedades mentales derivadas del alcoholismo. No hacemos alusión a los ya evidentes trastornos de conducta (agresividad, comportamiento inadaptado, conductas de riesgo, etc.), o a otros trastornos leves como las lagunas de memoria, estado de ánimo inestable, dificultades de coordinación y para hablar o problemas de atención.
El alcohol, un factor que activa y agrava las enfermedades mentales
En este artículo por enfermedad mental nos referimos a patologías psiquiátricas comórbidas al consumo frecuente de alcohol (alcoholismo dual). Antes de hablar de ellas, debemos saber que el abuso de alcohol sirve tanto para activar enfermedades mentales latentes que aún no habían debutado como para agravar las ya existentes.
El alcohol no es un buen compañero de viaje y, por supuesto, en ningún caso forma parte de la solución a ninguna enfermedad, sino a su a agravamiento. Pero, por si fuera poco, es también el origen de otras patologías psiquiátricas muy recurrentes en personas alcohólicas. Hablamos concretamente de la depresión mayor, el trastorno de ansiedad y la esquizofrenia alcohólica.
Enfermedades mentales derivadas del alcoholismo más comunes
- Trastorno de ansiedad
La depresión es un malestar emocional íntimamente ligado con diferentes conductas de riesgo, como lo es el consumo de alcohol. La comorbilidad entre el alcoholismo y la depresión mayor es la patología dual más común en el campo de las adicciones a sustancias, con prevalencias de entre el 12 y el 80 %.
Diferenciar entre el diagnóstico de episodios depresivos inducidos y episodios depresivos primarios concurrentes al uso de sustancias es especialmente relevante para el manejo terapéutico. Pero la discusión no se reduce a si las personas que abusan del alcohol se deprimen debido al consumo o si el consumo se debe a la depresión. Es posible que consuman o se depriman por razones que no tengan que ver únicamente con estas dos variables. No obstante, el alcohol siempre complica la respuesta al tratamiento y empeora el pronóstico del paciente.
- Depresión mayor
La comorbilidad de trastornos de ansiedad y el abuso de alcohol es muy frecuente, oscilando su prevalencia entre el 18 % y el 37 %. Se puede dar diferentes casuísticas: que ambos trastornos sean primarios, que el trastorno de ansiedad puede ser secundario al consumo de drogas, o viceversa.
En cualquier caso, esta patología dual o estrecha relación entre el alcoholismo y los trastornos de ansiedad complica el tratamiento y empeora el pronóstico de los pacientes, lo cual incluye un mayor riesgo de suicidio
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Esquizofrenia alcohólica
La esquizofrenia es sinónimo de trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera distorsionada, con un curso crónico y un cuadro clínico compuesto por elementos muy diversos. Por ello, el pronóstico de los pacientes esquizofrénicos puede ser excepcionalmente desfavorable, especialmente si la enfermedad es comórbida con algún otro trastorno psiquiátrico.
De entre todos los trastornos psiquiátricos, la prevalencia más alta es la adicción al alcohol. Las últimas investigaciones han señalado que la incidencia de adicción alcohólica en esquizofrénicos es 4 veces más alta que en población general.Las consecuencias son extraordinariamente perjudiciales. Esto es debido al hecho de que la adicción al alcohol lleva a una reducción de las funciones sociales y cognitivas, causa daño somático y, finalmente, puede causar incluso cuadros clínicos psicóticos muy similares a los de la esquizofrenia misma.
¿Cuál es el tratamiento indicado para el alcoholismo?
Hace ya 39 años que el doctor Bernardo Ruiz desarrolló un método terapéutico único especialmente orientado a la rehabilitación de pacientes con problemas de alcoholismo. Inspirado en programas que impartió en Estados Unidos y otros lugares del mundo a lo largo de su carrera profesional, en 1984 arrancaba el Programa Victoria, un programa de desintoxicación exprés, que sistematiza en 10 días un conjunto de intervenciones terapéuticas orientadas a provocar procesos de transformación personal inmediata.
Los buenos y rápidos resultados del programa –que incluye un seguimiento individualizado posterior–, su corta duración y su extrema confidencialidad, han logrado que a día de hoy se haya convertido en el programa psicológico preferido por personas con cargos de responsabilidad en empresas, profesionales liberales, emprendedores, autónomos… si bien cualquier persona motivada es bienvenida.
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