La boda de Mia
Rosa soñaba que corría sin parar mientras los suyos le animaban, pero en realidad escapaba de todos ellos. Rosa, la Rosa de "La boda de Rosa" (Icíar Bollaín, 2020) y las otras mujeres de este film son, en realidad, un genial mosaico formado por cientos de teselas que recogen la vida variopinta y dura de muchas mujeres: soledad, una conciliación imposible, sentimiento de culpa, desbordamiento, una insatisfacción profunda, la sensación de que no llego, creerse mala hija, mala hermana, mala madre, mala abuela, explotación laboral, baja autoestima, ser utilizada por todos y no contar para nadie, proyectos truncados, ilusiones eternamente pospuestas…
Mientras le hacía los ajustes de costura a un traje de novia, Rosa escuchó el ensayo ante el espejo de los votos matrimoniales de su clienta. De pronto, algo sonó en su interior: necesitaba decirse esas palabras de amor y respeto a ella misma. Necesitaba quererse y cuidarse todos los días de su vida, así que le dio al «botón nuclear» y se fue a Benicasim buscando sus raíces para nutrirse y reinventarse escuchando a su corazón. Y en la boda que celebró con ella misma se dijo…
«Prometo respetarme, cuidarme.
Prometo escucharme, perdonarme.
Prometo hacer lo que me haga bien a mí.
Prometo preguntarme a mí misma primero antes que preguntar qué quieren los demás.
Prometo llevar a cabo mis sueños y mis deseos.
Prometo quererme con todo corazón todos los días de mi vida.
También quiero renunciar a poner mi felicidad en manos de los demás.
Y por último renuncio a ser obediente».
Todo comienza en una misma
Sólo se puede reconstruir la vida desde la propia verdad, escuchándonos, siendo amorosas y pacientes con nosotras, dando espacio a nuestra realización y motivos a nuestros sueños, respetándonos y resituándonos… COMPROMETIÉNDONOS CON NOSOTRAS MISMAS.
Por eso este 8M, Día Internacional de la Mujer, las pacientes de Instituto Mia pronunciaron los votos de su compromiso con ellas mismas; ése que les va a devolver las riendas de su vida y las va a hacer las únicas responsables de su felicidad.
Gracias al taller titulado Cocreando contentura que todo lo cura en Mia nos hemos ido de boda para prometernos, cuidarnos y respetarnos todos los días de nuestra vida, y después darnos un beso de amor para siempre.