5 cosas que NO debes hacer al convivir con un adicto
Convivir con un adicto puede ser una experiencia emocionalmente agotadora. Es fundamental establecer límites saludables y evitar ciertos errores comunes que pueden agravar la situación. A menudo se habla de claves para poner en práctica con personas con adicción, pero no tanto de las pautas a evitar durante la convivencia.
Cómo convivir con un adicto: 5 pautas que evitar
Aquí te dejamos unas claves muy concretas que no debes hacer al convivir con una persona con adicción:
1. Minimizar el problema.
El adicto suele quitarle importancia a las consecuencias de su consumo, pero también es común que los familiares intenten restarle importancia a la adicción. A veces es común pensamientos del tipo que es solo una fase de la juventud, que esa persona atraviesa un momento complicado o que con fuerza de voluntad el adicto puede dejarlo. Sin embargo, la adicción es un trastorno muy serio que requiere intervención profesional. Negar la gravedad del problema solo prolongará el sufrimiento de todos y hará mucho más complicado convivir con un adicto.
2. Encubrir ni justificar su conducta.
Evita excusar sus comportamientos ante otras personas o asumir sus responsabilidades, como hacer sus tareas, recoger sus cosas, pagar sus deudas, disculparte en su nombre…. Cubrir sus errores, mentir por ellos o justificar su consumo no les ayuda, sino que refuerza su dependencia. Es importante que la persona con adicción afronte todas y cada una de las consecuencias de sus actos para tomar conciencia de su problema. Como familiar, marcar límites en la convivencia con un adicto puede resultar duro, pero es necesario para apoyar a tu ser querido a que reconozca su adicción.
3. Imponer el cambio o forzar la abstinencia.
Tratar de obligar a un adicto a dejar el consumo sin que él mismo lo reconozca como un problema no suele ser efectivo. La recuperación debe ser un proceso voluntario y guiado por profesionales. En lugar de presionarlo, ofrece apoyo y orientación hacia un tratamiento adecuado.
4. Caer en la codependencia.
Muchas veces, los familiares terminan atrapados en una relación de codependencia, donde su bienestar emocional depende de la situación del adicto: «si él está mal, yo estoy mal», «si él está bien, entonces todos estamos contentos». Es crucial poner límites, cuidar de uno mismo y buscar ayuda profesional. No puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.
5. Normalizar ni aceptar conductas destructivas.
Aceptar la agresividad, la manipulación o las mentiras como algo normal dentro de la convivencia solo perpetúa la adicción. Es importante poner límites claros, pero también marcar consecuencias claras y anticipadas por si se incumplen esos límites. Y por supuesto aplicarlas. Si adviertes de algo y no lo cumples, haces más fuerte la conducta adictiva. Si es necesario, hay que aplicar el amor duro o ponerlo en situación de calle para proteger tu bienestar y el de otros miembros de la familia.
Muchas veces es más importante saber qué no hacer, porque la ayuda real solo se la pueden dar los profesionales. La familia hace más y mejor sabiendo cómo debe posicionarse que intentando ayudarlo una y otra vez. Acompañar a una persona en su proceso de recuperación no significa permitirle todo. Por eso debes mantenerte firme en los límites puestos para su bien. Ayudar es precisamente no favorecer la adicción, por eso es bueno informarse y comprender cómo funciona la adicción y buscar ayuda profesional.
Proteger tu bienestar es tan importante como ayudar al otro. Si convivir con un adicto a las drogas o a otra adicción ya es insostenible para ti, no dudes en buscar orientación profesional en el teléfono 954 353 954 para afrontar la situación de la mejor manera posible. En Guadalsalus sabemos cómo ayudarte.
Contamos con centros diferenciados para hombres y mujeres, con un enfoque actualizado basado en sus necesidades y más efectivo que los tratamientos convencionales. Además, a diferencia de otros centros, en nuestro equipo hay psiquiatras y contamos con una plataforma online formativa para las familias con el fin de darles los recursos para apoyar a sus familiares y seres queridos durante el tratamiento y después de él.