Cómo afecta la ludopatía a la familia

cómo afecta la ludopatía a la familia

La ludopatía, también conocida como juego patológico, es un trastorno que no solo impacta en la persona que la padece, sino también a su entorno familiar. En este post abordamos cómo afecta la ludopatía a la familia a distintos niveles.

EL DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales, publicado en 2013 por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría), refiere cómo el consumo recurrente puede llevar al incumplimiento de deberes en los ámbitos académicos, laborales o domésticos, es decir, en la esfera tanto interpersonal como social. El motivo es que se reducen o abandonan importantes actividades sociales, ocupacionales o recreativas debido al consumo de sustancias.

Como podemos imaginar, las consecuencias de este problema son profundas y multifacéticas, impactando en el bienestar emocional, económico y social de todas las personas que conforman el hogar…

Ludopatía y familia: qué consecuencias trae consigo esta adicción

En primer lugar, el impacto emocional es significativo. Los familiares de una persona ludópata suelen experimentar altos niveles de estrés, ansiedad y frustración. La incertidumbre constante acerca del comportamiento de la persona ludópata y las repercusiones de sus acciones pueden llevar a sentimientos de desconfianza y resentimiento. A menudo, los familiares intentan intervenir, ayudando a quien tiene adicción al juego a superarla, pero el fracaso repetido en estos esfuerzos puede resultar en agotamiento emocional y desesperanza.

Desde un punto de vista económico, la ludopatía puede tener efectos devastadores. Las personas con ludopatía tienden a gastar grandes sumas de dinero en juegos de azar, lo que puede llevar a la ruina financiera. Las deudas acumuladas, la pérdida de ahorros y, en casos extremos, la bancarrota son situaciones comunes. Esto no solo pone en riesgo la estabilidad económica de la familia, sino que también puede resultar en la pérdida de bienes materiales, como la casa o el coche, generando aún más tensión y conflicto.

Además, la ludopatía afecta las relaciones familiares. La falta de comunicación y la desconfianza se vuelven problemas recurrentes. Una persona que solo piensa en jugar puede mentir o esconder su comportamiento, lo que deteriora la honestidad y la transparencia en las relaciones. Los niños en familias con una persona ludópata pueden sufrir también, experimentando un entorno inestable y a menudo negligente, lo cual afecta su desarrollo emocional y académico. Conoce cuáles son los comportamientos más comunes de un jugador compulsivo y cómo se siente.

Finalmente, el aislamiento social es otro efecto colateral. Las familias afectadas por la ludopatía tienden a retraerse debido a la vergüenza o al estigma asociado con la adicción al juego. Esto limita su acceso a redes de apoyo que podrían ofrecer ayuda y comprensión.

Como podemos comprobar, la ludopatía tiene un impacto profundo y negativo en las familias, lo que afecta a su bienestar emocional, financiero y social. Es crucial que se busque ayuda profesional para manejar estos desafíos y trabajar hacia la recuperación y la estabilidad familiar.

Si detectas alguna señal de riesgo no dudes en ponerte en contacto con nosotros cuanto antes a través de nuestro teléfono gratuito 954 353 954. Es necesario estar muy atentos para chequear los síntomas de una posible adicción y buscar una solución urgentemente, antes de padecer daños severos.

En Grupo Guadalsalus disponemos de centros diferenciados para hombres y mujeres, con una eficacia mayor que en centros mixtos, además de una planificación muy marcada. Sabemos cómo ayudarte.
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