¿Cuáles son las benzodiacepinas más fuertes?
Muchos usuarios de nuestros servicios terapéuticos nos preguntan cuáles son las benzodiacepinas más fuertes. Nosotros vamos a distinguir entre esas y las más adictivas, para completar aún más la información.
Las 4 benzodiacepinas más fuertes
Paradójicamente, las benzodiacepinas más duras suelen ser las más comunes, como por ejemplo el Lorazepam (Orfidal), el Diazepam (Valium), el Alprazolam (Trankimazin) y el Clonazepam (Klonopin, Rivotril). El motivo es provocar de forma más rápida la aparición de sus efectos en el alivio de cuadros ansioso depresivos, incluso cuando hay ideación suicida, o en trastornos del sueño muy agravados.
Pero si por fuerte nos referimos a más poder adictivo, entonces hay que aclarar que, en la bibliografía sobre la farmacocinética y la farmacodinámica de las benzodiacepinas, aquéllas que generan más tolerancia y dependencia son las de vida corta.
En este sentido, la primera sería el Alprazolam, que es el Trankimazin, porque tiene una liberación inmediata, rápida, y un poder ansiolítico muy potente.
Justo ese factor ansiolítico de acción rápida y vida corta es lo que genera el refuerzo negativo en el fármaco, porque palia mucho la ansiedad y el cerebro lo interpreta como una recompensa inmediata. Esto hace que el sistema neuronal de recompensa provoque una fuerte descarga de dopamina. Por tanto, estimula el núcleo accumbens del mismo modo que cualquier droga.
Ocurre lo mismo con el Midazolam (Buccolam, Dormicum) o el Tirazolam (Halcion), que son fármacos de vida corta de entre 2-5 horas, que provoca que el cerebro cada vez quiera más.
Dos de los ansiolíticos más potentes de vida larga
Una es el antiguo Rohypnol, compuesto por Flunitrazepam, el cual se retiró a causa de la potencia que tenía. Incluso se llegó a utilizar con finalidades ilegales de sumisión química y también fue conocido como la droga de la violación.
El fármaco más próximo en el mercado es el actual Dormodor (Flurazepam), que también es un fármaco muy potente y que se reserva para terceras líneas de tratamiento del insomnio. O sea, para cuando el primer tratamiento y el siguiente no funcionan o dejan de tener efecto en el paciente.
En ocasiones, la tolerancia o la carencia de efectos por la aplicación de dosis más bajas provoca una medicación sobreabundante de benzodiacepinas. Esto unido a determinados perfiles psicológicos generan serias dificultades a la hora de dejar de consumir por el umbral de dependencia desarrollado. Entonces, se requiere una pauta de retirada supervisada no solo por personal médico y psiquiátrico, sino también psicoterapéutico: se ha podido desarrollar una adicción y puede que se necesite un centro de rehabilitación para el consumo de medicamentos.
En Guadalsalus contamos con un amplio equipo psiquiátrico especializado en adicciones que te ayudará a vivir sin adicción a los medicamentos. Nuestras comunidades terapéuticas están separadas por sexos para aplicar una perspectiva de género. De hecho, contamos con el primer centro privado de adicciones para mujeres en España. Llama al 954 353 954 y pide tu primera cita gratuita. Ven a Guadalsalus. Sabemos cómo ayudarte.