¿Qué relación hay entre el alcohol y la ansiedad?
El alcohol puede parecer que mejora el estado de ánimo a corto plazo, pero la realidad es que su efecto aumenta los síntomas de la ansiedad. Así que, la combinación de alcohol y ansiedad no es buena aliada.
Vivimos en una sociedad donde el acto de beber se considera algo normal y está asociado a muchos acontecimientos diarios. El alcohol es de curso legal, por lo que lo tenemos al alcance de nuestra mano de forma fácil. Esto complica las situaciones de personas que sufren ansiedad, que se llega a considerar (de manera errónea) que el alcohol puede mitigar ciertos sentimientos negativos y que ayuda a relajarse.
Síntomas del abuso del alcohol y la ansiedad
Cuando una persona mezcla ansiedad y alcohol puede caer en el consumo abusivo de esta sustancia. Según la Asociación Psiquiátrica Americana, el exceso de ingesta implica la presencia de una o más de estas condiciones en algún momento a lo largo de doce meses:
- Consumo de alcohol dejando de lado tareas obligatorias.
- Uso continuo de la sustancia cuando implica un riesgo físico para la persona.
- Su ingesta conlleva alguna repercusión legal como multas, deudas o juicios.
- A pesar de los problemas sociales y personales, se sigue consumiendo.
En los trastornos de ansiedad, algunas personas recurren al consumo de alcohol como método para afrontar miedos y situaciones con mayor seguridad. El problema es que se corre el riesgo de acostumbrarse al uso del alcohol.
El alcohol tiene un efecto sedente en las personas. Por eso se abusa de su consumo en momentos en los que queremos aliviar el agobio o ansiedad. Sin embargo, cuando el efecto se va, la ansiedad vuele y, en algunos casos, con más fuerza.
¿El consumo de alcohol produce ansiedad?
Tanto la ansiedad puede llevar al alcoholismo; como el consumo de alcohol, a la ansiedad. Al consumir bebidas alcohólicas de forma excesiva, los nervios de cerebro pueden dañarse y afectar a la función de los neurotransmisores.
Esto provoca problemas para recordar, incapacidad para resolver problemas y dificultad para concentrarse en algo. Y estos síntomas los comparten el consumo abusivo de alcohol y la ansiedad.
Incluso esa ansiedad por el alcohol puede ser mayor tras su ingesta, en un estado de resaca. La sensación de culpa o de desconocimiento aumenta el estado depresivo o ansioso. Así que, si sufres ansiedad, busca aliviarla con métodos saludables sin tener que recurrir al alcohol.
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