Prevención de recaídas en adicciones en Navidad
Lo más importante para afrontar este periodo del año es la mentalidad. Si identificas tus límites y eres consciente de tu situación personal, ya tienes un primer trabajo hecho. Si, además, sabes que vas a vivir momentos incómodos e incluso difíciles de gestionar a los que les van a seguir situaciones de riesgo, entonces estás poniendo en tu vida honestidad, sentido común y capacidad de anticipación; lo cual te evitará muchos problemas.
Sigue las siguientes recomendaciones para evitar sufrir estímulos innecesarios que te pongan en riesgo de recaída en adicciones.
Pautas para prevenir una recaída en adicciones en Navidad
Anticipa riesgos y visualiza las consecuencias
Estas fechas nos sitúan bajo un bombardeo constante de mensajes que nos incitan a consumir y que requieren de una autoconciencia y de un "darse cuenta" que nos permita identificar y prever posibles situaciones de riesgo. El tener un control de estímulos externos facilitados desde una ayuda profesional contribuye enormemente a superar estos días en los que los excesos están permitidos.
Pero para las personas con adicciones deben moverse en términos de sobriedad. Justamente todo lo contrario a lo que socialmente se supone que toca en estas fiestas, ya que socialmente nos vemos obligados a tener que divertirnos a través del consumo.
- Anticipa las emociones negativas que sabes que vas a experimentar en los distintos contextos. Míralas en perspectiva, dentro de tu proceso de rehabilitación, como consecuencia que hay que asumir y superar para vencer a la adicción y ser una persona libre y realizada. Vívelo como una oportunidad de aceptación, de toma de conciencia y de crecimiento personal.
- Evita los escenarios en los que puedas perder el control. En estas ocasiones, valiente es el que se marcha, no el que se queda. Para ello, considera tu situación personal y las consecuencias más probables para evitar posibles conflictos. Sé consciente de qué circunstancias son especialmente adversas para ti y evítalas. No pongas a prueba tu autocontrol.
- En la mayoría de los casos, la falsa creencia de control (como decir: no pasa nada por un brindis) hace que no valores las consecuencias a corto plazo. Así es, las personas con problemas de adicciones no pueden frenar el consumo una vez iniciado a causa del efecto "nube rosa". La primera cerveza que te tomas después de un periodo de abstinencia es hasta 700 veces más adictiva que la última que tomaste antes de empezar tu rehabilitación.
- Visualiza cómo vas a sentirte si te dejas convencer o llevar, si pierdes el control sobre ti mismo, si vuelves a los patrones de conducta de siempre que te han hecho infeliz. Recuerda que después de la fiesta llega la soledad, el sufrimiento y el vacío. Valora cómo te encuentras ahora, no te quedes en lo negativo. Se está mejor sin consumir.
- Si crees que te vas a ver desbordado, anticipa también la ayuda que debes pedir y, antes de que llegue la Navidad, pide ayuda profesional y familiar.
Disfruta la Navidad en un ambiente tranquilo
El entorno social, que es un apoyo a lo largo del tratamiento, se convierte en un arma de doble filo en Navidad, por lo que es imprescindible reforzar nuestro autocontrol estos días y tener claro que no está permitido consumir, ni siquiera en Navidad.
- No frecuentes los lugares que puedan traer a la mente una adicción y producir una recaída.
- Habla abiertamente con la familia y los amigos de las tentaciones y problemas de dependencia.
- Rodéate de gente cercana que conozca tu adicción y te ayuden a disfrutar de una Navidad tranquila, pero sin bajar la guardia.
- No eres supermán, así que no te acompañes de personas que beban o consuman en grandes cantidades.
- Evita por todos los medios asistir a brindis y encuentros donde sabes que va a darse un consumo abusivo. Mucha gente que lleva tiempo sin fumar o sin beber accede a volver a hacerlo en esos encuentros. Por eso, aléjate de las fiestas y encuentros y crea en casa un ambiente pausado, sin alcohol y otras drogas.
- Cuando hay tantos compromisos, es posible que te veas arrastrado a quedarte más tiempo en un lugar o celebración. Evita esto llevando a cabo una planificación meticulosa y concreta en estas fechas. Respeta tus horarios y tus límites, organiza espacios de descanso y de ocio, atiende tus necesidades básicas de sueño y horarios de comida… verás como se reduce tu nivel de estrés.
Si necesitas ayuda, cuenta siempre con profesionales que puedan asesorarte en esta situación e ingresa en una clínica de desintoxicación de ser necesario.